Oremos por los líderes fieles y caídos

Cada vez que lo escuchamos en las noticias, nos choca fuerte. Otro líder cristiano ha caído en el fracaso moral.

Esto puede parecer la norma, pero no lo es, ni es el deseo de Dios. Desde el Antiguo Testamento, vemos varios ejemplos de Dios lamentando y disciplinando las faltas morales de Sus líderes elegidos e incluso entre Sus sacerdotes designados.

En Génesis 32, Aarón, el sumo sacerdote de Israel, hizo un becerro de oro para que el pueblo lo adorara. Más tarde, Nadab y Abiú,  los dos hijos de Aarón, perdieron sus vidas porque “ofrecieron delante del SEÑOR fuego extraño [no autorizado, inaceptable], [un acto] que Él no les había ordenado” (Levítico 10:1b, NBLA, aclaración agregada). Aún así, Dios eligió a los descendientes de Aarón para administrar Su tabernáculo y servir a Su pueblo.

Saltemos al presente. Hay hombres y mujeres en el mundo que han dicho “sí” al ministerio público y vocacional como pastores, oradores, autores, misioneros y líderes sin fines de lucro. Para todos aquellos que han caído en el fracaso moral, muchos otros no lo han hecho. Simplemente no aparecen en las noticias. La fidelidad no es un titular llamativo.

Pero muchos líderes cristianos, sabiendo que no son perfectos, hacen todo lo posible para ser las manos y los pies de Jesús, tanto cuando la gente está mirando como cuando no lo están.

Ellos sirven a Dios fielmente. Estudian Su Palabra. Comparten el evangelio. Discipulan a la iglesia.

Oran por quienes sufren. Visitan a los enfermos. Aconsejan a los quebrantados.

Honran su pacto con sus cónyuges. Crían con amor a sus hijos. Cumplen con la ley.

Aman a las personas. Aman a Dios.

Como iglesia, sigamos orando por los innumerables hombres y mujeres que aún hacen fielmente la obra del ministerio, tal como Pablo oró y animó a la iglesia de Éfeso: “Por eso yo, por mi parte, desde que me enteré de la fe que tienen en el Señor Jesús y del amor que demuestran por todos los creyentes, no he dejado de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones” (Efesios 1:15-16, NVI).

Ora para que el Señor levante líderes que le sigan en lo que dicen, piensan y hacen. Ora para que Dios los ayude a no “…ced[er] ante la tentación, sino [rescatarlos] del maligno” (Mateo 6:13, NTV). Ora para que caminen en el poder del Espíritu Santo, ya sea que estén o no en un escenario. Incluso podemos hacerles saber que estamos orando por ellos y agradecerles por sus esfuerzos. Un poco de ánimo ayuda mucho.

Y la próxima vez que sepamos de un líder ministerial que ha caído, podemos orar por ellos, por su familia y por aquellos en su comunidad eclesial que se han visto afectados. Dios puede sanar, restaurar y redimir.

Padre, gracias por las personas que animan y equipan a Tu Iglesia. Cúbrelos y llénalos con Tu sabiduría y poder. Y por aquellos que han caído, oramos para que se arrepientan y se vuelvan a Ti en palabra y en obra. En el Nombre de Jesús, Amén.

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Lucas 22:32, pero yo he rogado en oración por ti, Simón, para que tu fe no falle, de modo que cuando te arrepientas y vuelvas a mí fortalezcas a tus hermanos». (NTV)

¿Cuál es una manera en que puedes mostrar tu aprecio a un pastor de la iglesia local o un líder del ministerio?

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© 2025 por Anitha Abraham. Todos los derechos reservados.

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