¡Saludos amiga!
Al concluir nuestro estudio hoy, quería compartir contigo algo que observé a través de todas las Escrituras.
Observé que por cada recuento en el cual Jesús le hablaba al área de temor en la vida de alguien, Él le habló palabras de consuelo a la persona antes de hablar palabras de autoridad a su situación. Y eso me dice algo importante:
Nuestro consuelo no debe depender de lo que Jesús hará en nuestra situación, sino de que simplemente ÉL ESTÁ AHÍ.
Tomemos por ejemplo este relato que se encuentra en Mateo 8. Los discípulos estaban con Jesús en un bote cuando se desató una tormenta feroz. El bote se mecía fuertemente de lado a lado. Los discípulos estaban asustados, más Jesús permaneció dormido a través de todo. Cuando ellos lo despertaron aterrorizados, Su primera respuesta fue preguntarles: «¿Por qué tienen tanto miedo?»
Todavía Él no había hablado a la tormenta. Él aún no había ordenado a los vientos y las olas que cesaran. Sin embargo, sólo por Sus palabras, aprendemos que ellos no tenían nada que temer. Es como si Él estuviese diciendo «Confía en mí. Estoy aquí. Yo estoy en control de esto».
Creo que hoy, en cualquier situación de “No debería ser así” en la que te encuentres, Él te está diciendo lo mismo.
Verás, este estudio nunca ha sido sobre cómo resolver situaciones difíciles de la vida, sino de cómo caminar a través de ellas aferrándonos a la verdad de quiénes somos, y lo más importante, la verdad de quién es Él.
¡Entonces ten ánimo! Sin importar lo que enfrentemos hoy, mañana o cualquier día después, ÉL ESTÁ CON NOSOTRAS, lo cual significa que podemos tomar pasos hacia adelante en fe. Y como leímos al comienzo en la introducción:
"Tendremos la victoria porque Jesús venció. Y la gente victoriosa nunca se conforma con lo normal".
Y ESA es una verdad con la cual siempre podremos contar. Siempre.
¡Amén!
Stacy
Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.