Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. Romanos 8:26a (NVI)

¿Puedo animarte con algo hoy, amiga?

Aunque no lo veas, estás sanando. Estás creciendo. Dios te está formando en lo que Él te creó para ser.

Sé que puede ser tentador dudarlo, pero hoy es otro paso hacia el futuro que Dios está preparando para ti. Un futuro que quizás se vea diferente de lo que imaginabas... pero un futuro que Él ha considerado bueno.

Verás, cuanto más vivo, menos veo la sanidad como un destino y más la veo como una decisión que tengo que tomar cada día. Si sientes que tu corazón está cansado hoy, espero que encuentres aliento sabiendo que no estás sola y que tu historia hermosa y única aún se está desarrollando. Las circunstancias de hoy son parte de tu historia, pero no son toda la historia.

Entiendo que a veces todo este dolor puede sentirse tan inútil. Sé lo que es:

Comenzar a preguntarte si estas situaciones difíciles serán interminables…
Sentir que el dolor durará para siempre…
Preguntarte si sobrevivirás a este tiempo de sufrimiento y si saldrás al otro lado…
Procesar noticias aún más devastadoras que hacen que tu mente se acelere, que se te haga un nudo en la garganta y que tus ojos se llenen de lágrimas…
Tratar de orar en momentos en los que Dios se siente increíblemente distante…

Durante el último par de años, he tenido que enfrentar una dificultad tras otra. En muchos momentos me he preguntado cómo lo lograría. Incluso ahora, todavía estoy en proceso. Sí, hice el trabajo duro con mi consejero y procesé todas las cosas con mis amistades más cercanas. He estado sanando. He ganado perspectiva y comprensión sobre cómo seguir adelante. He progresado. Pero nada de eso cambia la profunda angustia por la que pasé.

La realidad es: a veces arde todavía. Y cuando ese dolor vuelve a la superficie, me pregunto por qué Dios no se lo lleva todo. ¿No fue suficiente el tener que sufrir todo el trauma? ¿Por qué tengo que sufrir ahora con recuerdos aleatorios que aparecen en mi cerebro y me hacen enfrentar la pérdida una y otra vez?

Es difícil tener confianza en la bondad de Dios cuando partes de nuestra historia no se sienten nada bien. Pero, amiga, ya sea que estemos tratando de dar sentido a una relación que terminó, procesando un dolor reciente o simplemente desesperadas por unos momentos de aliento, hay algo muy importante que Dios quiere que tú y yo sepamos: Él está cerca de nosotras en nuestro angustia, y Él se preocupa por nuestra desesperación. Pasado, presente y futuro, Dios sigue aquí.

Justo en este mismo momento, en medio de nuestras propias circunstancias difíciles, podemos elegir aferrarnos a la verdad más que nunca. Podemos permitir que se infunda la esperanza incluso en las circunstancias que parecen las más imposibles. Y cuando lo hacemos, le hacemos saber al diablo que esta vez se ha metido con la chica equivocada. Podemos ordenar a nuestros corazones agotados que recuerden que Dios está a cargo y nosotras no y se siente liberador.

A medida que luchas con todo, el progreso logrado, la marcha hacia adelante que aún debes soportar, el proceso de sanidad doloroso, que consume mucho tiempo y que es hermosamente refinador... me gustaría leer juntas algunos versículos en Romanos 8 que son muy reconfortantes:

Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios. Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito (Romanos 8:26-28, NVI).

Cada vez que leo estas palabras, recuerdo que simplemente puedo rendirme a Jesús y confiar en Él en cada parte del viaje en el que me encuentro. Cuanto más me entrego a confiar en el Señor en lugar de tratar de abrir mi propio camino a través de esto, menos sufriré. Y eso trae una gran paz a mi corazón que está en proceso de sanidad.

Jesús, gracias por recordarme Tus promesas hoy. Mi alma agotada necesitaba ser alentada ya que no me has dejado, que todavía tienes un plan y que la sanidad es posible para mí. Muéstrame alguien más que también necesite que se le recuerden estas verdades y dame la fuerza para compartir con ellos. En el Nombre de Jesús, Amén.

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PROFUNDICEMOS

Sofonías 3:17, porque el SEÑOR tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos (NVI)

Éxodo 14:14, Ustedes quédense quietos, que el SEÑOR presentará batalla por ustedes. (NVI)

Salmo 145:13b-14, Fiel es el SEÑOR a su palabra y bondadoso en todas sus obras. El SEÑOR levanta a los caídos y sostiene a los agobiados. (NVI)

¿Tienes una amiga que necesite un recordatorio de que Dios la ama hoy? Escribe uno de los versículos de arriba, luego elabora algunas oraciones sencillas para animar su corazón. Luego llámala por teléfono o envíale un mensaje de texto mencionando ese versículo. También puedes escribir una nota a una hermana en Cristo en los comentarios.

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