Devocionales

¿Dónde está mi “vivieron felices por siempre”?

Lysa TerKeurst 13 de mayo de 2021
Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas. Mateo 6:33-34 (NVI)

Siento mayor intranquilidad cuando tengo incertidumbre sobre el futuro.

Probablemente, muchas de ustedes también se enfrentan a circunstancias que les han hecho sentirse desprevenidas e inseguras sobre lo que les depara el mañana. Muchas veces me encuentro preparándome para el impacto cuando reviso mis noticias diarias. Si hay una palabra que parece más apropiada para describir los tiempos que estamos viviendo, es incertidumbre.

Tal vez estás en un trabajo en el que te sientes intranquila, y crees que Dios te está guiando a otro lugar, pero Él aún no te ha revelado lo siguiente. Así que, por ahora, entras en una oficina cada día dando todo de ti, pero tu corazón se siente desconectado y tu llamado verdadero queda insatisfecho.

O tal vez hayas visto a todos los demás en tu vida encontrar el amor, pasar por el altar y empezar la vida que has soñado. Entonces, hace unos meses, conociste a alguien que era todo lo que esperabas. Les dijiste a tus amigas que podría ser el indicado. Pero esta semana sentiste que esa persona se alejaba. Es difícil de entender. Sientes pánico. Sin embargo, cuanto más te acercas, más distancia sientes entre los dos.

Hay miles de escenarios que evocan estos sentimientos de incertidumbre, miedo y agotamiento de que la vida no sea como pensabas.

Sea cual sea tu situación, probablemente sientas que no puedes cambiarla, pero aún así tienes que vivir la realidad de lo que está sucediendo en este momento. A veces sólo tienes que caminar en tu “no sé”. El Señor deja claro en Su Palabra que las cosas no siempre irán como desearíamos en esta vida. Estas son las citas que tan a menudo escuchamos:

“Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas.” Juan 16:33b (NTV)

Cada día tiene ya sus problemas. Mateo 6:34b (NVI)

Todos estos problemas son agotadores. Da miedo caminar en el “no sé”. Y a veces podemos estar desesperadas por hacer que las cosas sean más fáciles de lo que realmente son.

Seguimos pensando que si tan solo podemos superar esta circunstancia, la vida se asentará y finalmente las palabras “vivieron felices por siempre” se desplazarán sobre la gloriosa escena de nosotras saltando hacia la puesta de sol. Pero, ¿y qué tal si el hecho de que la vida se asiente y todas tus decepciones desaparezcan fuera lo peor que te pudiera pasar? ¿Y qué si tu “no sé” te está ayudando, en lugar de perjudicarte? ¿Recuerdas los versículos que acabamos de leer sobre los problemas? Aquí están de nuevo en el contexto de los pasajes completos:

“Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33, NTV)

“Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.” (Mateo 6:33-34)

El detalle crucial para que tengamos paz en medio de todo lo que enfrentamos es permanecer cerca del Señor. Creemos que queremos consuelo en los momentos de “no sé” de la vida. Pero el consuelo no es una solución que debemos buscar; más bien, es un subproducto que cosecharemos cuando nos mantenemos cerca del Señor.

Ojalá pudiera prometerte que todo va a salir como esperas. No puedo, por supuesto. Pero lo que sí puedo prometerte es esto: Dios está cerca de nosotras incluso en nuestros "no sé". Dios tiene lecciones para nosotras que son crucialmente importantes para nuestro futuro, y las estamos aprendiendo en medio de nuestros "no sé". Dios prepara en nosotras una fuerza y el campo de entrenamiento está aquí, en el “no sé”.

Este tiempo no es un desperdicio, y definitivamente no es inútil cuando estamos caminando con Dios. Clamemos a Dios, declarando que este tiempo difícil será un tiempo santo, un tiempo cercano a Dios. Y elijamos creer que está ocurriendo el bien, incluso en estos lugares. Podemos descansar en el conocimiento de que dondequiera que esté Dios, se está haciendo el bien.

Padre Dios, más que necesitar que arregles algo en mi vida, te necesito a Ti. Declaro este tiempo de dificultad como un tiempo santo. Ayúdame a vivir de tal manera que marque esta temporada por la cercanía contigo. En el Nombre de Jesús, Amén.

Verdad para hoy

Romanos 8:28, Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. (NVI)

Recursos Adicionales

¿Te ha gustado este devocional? Aquí tienes otros devocionales relacionados que puedes consultar:

Cuando no puedas ver lo que Dios está haciendo, recuerda esto por Katy McCown
Cuando nos sentimos irremediables por Corrie Gerbatz

 

Conéctate

Puedes seguir a Lysa TerKeurst en Instagram.

Reflexiona y responde

¿Estás atravesando una temporada complicada de un “no sé”? De los versículos que Lysa compartió hoy, ¿cuál es el que más te da esperanza? Comparte tus pensamientos en los comentarios.

© 2021 por Lysa TerKeurst. Todos los derechos reservados.

Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.

Únete a la conversación

¡Nuestra campaña financiera de fin de año está activa ahora!