Ester le envió a Mardoqueo esta respuesta: «Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen por mí. Durante tres días no coman ni beban, ni de día ni de noche. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y, si perezco, que perezca!». Ester 4:15-16 (NVI)
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Durante la primera semana de enero de 2022, la estática constante de ansiedad resonó en mi corazón mientras veía a mis amigas publicar sus propósitos de año nuevo. Me había unido a ellas con entusiasmo en años anteriores, avanzando con alegría hacia nuestro nuevo comienzo anual.
El año pasado fue diferente.
No pude concretar ni una sola resolución. Ni siquiera una.
Una agenda ocupada, una crisis personal y un año de cambios inminentes me dejaron paralizada con incertidumbre. No podía ver un camino claro a seguir, y temía que cualquier plan que hiciera no se iba a cumplir.
Afortunadamente, la Palabra de Dios es la solución para cada situación que nos obstaculiza. Mientras estudiaba el libro de Ester durante este tiempo inestable, Dios me dio una nueva perspectiva. En lugar de ver a Ester como una reina con una tiara, la vi como una mujer que se parecía a mí. Una mujer con incertidumbre girando a su alrededor.
Cuando su tío Mardoqueo le pidió a Ester que fuera a ver a su esposo, el rey, para interrumpir un complot genocida, ella fue sabia. Ester 4:15-16 nos dice: “Ester le envió a Mardoqueo esta respuesta: «Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen por mí. Durante tres días no coman ni beban, ni de día ni de noche. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y, si perezco, que perezca!»”.
Antes de entrar en un acto arriesgado con un resultado indeterminado, dio dos pasos poderosos. Este es un camino que podemos seguir hoy para estabilizarnos en la incertidumbre.
- Toma una pausa para el plan.
Ester no reaccionó de inmediato. Ella hizo una pausa. Sin embargo, no fue una pausa pasiva; Ester ayunó tres días, una práctica bíblica de abstenerse de comer para escuchar a Dios.
En lugar de seguir adelante agitadamente con nuestras propias ideas y agendas, sigamos el ejemplo de Ester callándonos, agudizando nuestro oído espiritual y velando por el plan perfecto de Dios.
- Apóyate en tu gente.
Cuando Ester hizo una pausa, no lo hizo sola. Lo hizo con su comunidad.
La historia de Ester nos anima a apoyarnos en las personas que nos rodean; sin embargo, hay una salvedad. Asegurémonos de elegir sabiamente a nuestra gente. Cuando nos acercamos a otras personas que nos aman y aman al Señor, pueden ser las fuentes confiables de sabiduría y apoyo en las que podemos depender. Una comunidad espiritualmente madura puede ser uno de los dones más preciosos de Dios en tiempos de incertidumbre.
Si ya te has encontrado sumergida en la incertidumbre este año, gimiendo interiormente de que no tienes ninguna resolución brillante para compartir, no te desesperes. Estar incierta y sin soluciones puede llevarnos a un lugar de hermosa dependencia de Dios y de los demás. Es en ese espacio donde comenzamos a hacer una pausa en lugar de arar hacia adelante. Es allí donde decidimos mantener cerca nuestra comunidad.
Señor, ha sido difícil sentirme tan insegura del futuro este año. En una temporada generalmente considerada como un nuevo comienzo, no he podido avanzar. ¡Pero gracias por Tu Palabra que siempre allana el camino para mí! Hago una pausa para escuchar Tu voz, y me comprometo a invitar a mi comunidad a unirse a mí. En el Nombre de Jesús, Amén.
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PROFUNDICEMOS
Proverbios 1:5, Escuche esto el sabio, y aumente su saber; reciba dirección el entendido, (NVI)
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© 2023 por Amy Carroll. Todos los derechos reservados.
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