Sin embargo, yo confío en que veré la bondad del SEÑOR mientras estoy aquí, en la tierra de los vivientes. Espera con paciencia al SEÑOR; sé valiente y esforzado; sí, espera al SEÑOR con paciencia. Salmos 27:13-14 (NTV)
Mi foto favorita con mi hijo no es la mejor foto de nosotros dos. No es digna de Instagram ni tampoco muy favorecedora.
Pero cada vez que veo esta foto en particular, recuerdo el momento en que fue tomada: risitas infantiles brotando de mí, lágrimas de alegría atrapadas en mis pestañas y mi corazón sintiéndose ligero en ese momento. Para mí, esta es una imagen de la bondad de Dios.
Casi dos años antes de que mi esposo tomara esa foto, habíamos experimentado la pérdida de nuestra hija recién nacida.
La pena me abrumó. Mi familia nunca estaría completa de este lado del cielo, así que no podía imaginar la felicidad en este suelo terrenal. En un esfuerzo por darle sentido a todo, creí que la bondad de Dios es reservada para el cielo. Que la vida en esta tierra estaba destinada a ser sobrevivida como una sentencia de prisión.
En los meses posteriores a la pérdida de mi hija, Dios me atrajo a los salmos de las Escrituras. Anhelaba los escritos puros y de la vida real de poetas como David, quien se lamentaba ante el Señor pero también elegía adorarlo. Sentí que mi alma se conectaba con David. Pero luego llegué a estos versículos:
Sin embargo, yo confío en que veré la bondad de SEÑOR mientras estoy aquí, en la tierra de los vivientes. Espera con paciencia al SEÑOR; sé valiente y esforzado; sí, espera al SEÑOR con paciencia (Salmos 27:13-14).
¿Cómo podía hacer tal afirmación? ¿Era esto cierto sólo para él? ¿Esta promesa de ver la bondad del Señor de este lado del cielo también era para mí?
Con un espíritu lleno de dudas, escribí estos dos versículos y le pedí a Dios que se probara a sí mismo. Muéstrame Tu bondad, Señor, oré. Cada día, leía los versos en voz alta. Había días en que mi voz tenía un toque de sarcasmo.
Pero poco a poco, la bondad del Señor comenzó a manifestarse. En las risas de mi hijo. En los brazos de mi esposo. En la belleza de la creación. En momentos de conversación auténtica a la hora del café.
Empecé a darme cuenta de que la bondad del Señor me había estado rodeando todo el tiempo. Quizás David no estaba declarando un cambio en sus circunstancias. Estaba deseando que su corazón viera lo que ya estaba allí. Y estaba esperando que Dios mostrara Su bondad nuevamente. Él estaba deseando y esperando.
Estos versículos comenzaron a socavar la negatividad de mi alma. Empecé a estar dispuesta a ver la bondad del Señor e incluso a anticiparla.
La bondad de Dios sí existe en la tierra porque Dios es bueno. A pesar de mis circunstancias, mis heridas y mis sentimientos volubles.
Cada vez que atravieso una temporada difícil, mi mente pesimista suele anticipar lo peor. Pero el Espíritu Santo usa las palabras de David y mi foto favorita para recordarme que incluso en tiempos difíciles, este lado de la eternidad está lleno de la bondad de Dios.
Solo necesito querer verlo. Necesito esperar.
Padre, Eres bueno. Llamaste “bueno” a todo lo que creaste (Génesis 1:31). Ayúdame para poder ver Tu bondad con los ojos de mi corazón en el mundo que me rodea. Abrázame fuerte mientras espero el bien que estás obrando en todas mis circunstancias. En el Nombre de Jesús, Amén.
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PROFUNDICEMOS
Salmo 23, El SEÑOR es mi pastor; tengo todo lo que necesito. En verdes prados me deja descansar; me conduce junto a arroyos tranquilos. Él renueva mis fuerzas. Me guía por sendas correctas, y así da honra a su nombre. Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan. Me preparas un banquete en presencia de mis enemigos. Me honras ungiendo mi cabeza con aceite. Mi copa se desborda de bendiciones. Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del SEÑOR viviré por siempre. (NTV)
¿Qué palabras o frases en el Salmo 23 muestran que David estaba dispuesto a ver la bondad de Dios en medio de la espera?
¿Estás luchando por ver la bondad de Dios en tus circunstancias actuales? Si es así, debes saber que no estás sola. Animémonos unas a otras con la bondad que Dios está revelando en nuestras vidas. Comparte en los comentarios algunas formas en las que Dios ha mostrado Su bondad en tu vida hoy. Recuerda, Su bondad puede manifestarse en los indicios de luz más pequeños en nuestra oscuridad.
© 2023 por Carrie Zeilstra. Todos los derechos reservados.
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