Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7 (NVI)
La semana pasada me encontré lidiando con una agenda apretada de trabajo, el sentimiento de agobio por algunas amistades, mi lucha contra la soledad y el tratar de prepararme para una factura pendiente del automóvil que vaciaría mi cuenta bancaria. No podía dormir, daba vueltas en la cama, mirando el ventilador del techo, pensando en todo lo que tenía que hacer…
Algunas semanas son simplemente agotadoras.
Estoy segura de que tú también te has sentido así. Tal vez estés teniendo una semana en este momento en la que no puedes dejar de preocuparte o sentirte atrasada y abrumada.
Nuestra reacción humana nos impulsa a sacar conclusiones precipitadas y encontrarnos estresadas cuando nuestra lista de cosas por hacer es larga, cuando los estudios o el trabajo nos agotan y cuando nos sentimos solas.
Mi preocupación me estaba llevando a pensar en el peor escenario posible, y me estaba robando tiempo. Mientras me obsesionaba con todo lo que creía que tenía que hacer, olvidé lo que Jesús ha hecho y la paz que está disponible para mí si busco Su presencia. Si te encuentras abrumada hoy, aquí hay tres cosas para recordar:
En lugar de esperar lo peor, mantente expectante de que Dios cumplirá las promesas que te ha hecho. A veces verás Su bondad en un ascenso en el trabajo o en una nota mayor a lo que esperabas obtener en una clase. Pero a veces verás Su bondad en la luz del sol durante una caminata, una llamada telefónica con una amiga de tiempo o incluso cuando sales tarde por la noche para comprar helado. No olvides que las cosas pequeñas son tan importantes como las grandes porque provienen de tu gran Dios.
• Tener dominio propio para trabajar arduamente en Su nombre.
• Cumplir con nuestras responsabilidades dadas por Dios.
• Amar a las personas que Dios ha puesto en nuestras vidas.
• Ver el amor que Dios tiene por nosotras, un amor que nos recuerda que somos valoradas por Él.
Esta semana puede ser difícil, pero nuestro Dios nos ama mucho y puede ayudarnos a ti y a mí a caminar con confianza. No nos preocupemos por el mañana. Más bien encontremos a Dios en nuestro mañana.
Querido Dios, libero mi estrés y preocupación ante Ti. Ayúdame a sentir Tu presencia durante mis semanas ocupadas. Recuérdame que Tú me concedes un Espíritu de poder, amor y dominio propio. Te agradezco por las maneras en que provees para mí. Ayúdame a no sentirme agobiada, sino que te recuerde a Ti, el Dios que está por encima de todo. En el Nombre de Jesus, Amén.
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Mateo 6:34, Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas. (NVI)
¿Qué te está causando sentirte abrumada esta semana? ¿Qué puedes hacer hoy para recordar la bondad de Dios y buscar Su poder en tu debilidad? ¡Comparte con nosotras en los comentarios!
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