Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía. Santiago 3:17 (NBLA)

Hace unos meses, después de cinco años de persistencia, nuestra familia acogió a tres chicos a través de la adopción internacional.

La espera fue dura, a veces sumamente difícil, y llena de complicaciones que causaron múltiples retrasos. Parecía tan injusto para todos los que estaban involucrados, especialmente para los chicos.

Uno de nuestros chicos tiene un problema de salud complicado, y mientras él se desarrollaba, su proceso de recuperación llegaría a ser más complicado. Cada año que pasaba, sosteníamos esa realidad.

Adoptar niños mayores puede ser un desafío, por lo que preparamos nuestras mentes con libros, vídeos, podcasts y terapia. Hicimos el trabajo.

Preparamos nuestro hogar, nuestras finanzas y nuestras vidas para añadir tres niños más al clan. Hicimos todo lo que pudimos para estar listos.

Pero a veces, no importa cuánto te prepares para algo, no puedes prepararte para cómo realmente será ese algo. Por eso, después de una larga semana sin dormir en la que pasamos por una cirugía y un proceso complicado de recuperación con nuestro hijo, me encontré en el piso del baño, llorando y preguntando, «¿qué hago ahora?».

Nada era como habíamos pensado.
Las cosas eran bastante más complicadas de lo que esperábamos.
Estaba llegando al punto de que sentía que esto era demasiado para mí.

Quizás tú también te hayas encontrado en una situación parecida. El correo electrónico que te dejó sin palabras, el mensaje de texto con información actualizada que no habías imaginado o la llamada de teléfono que te dejó con un nudo en la garganta. A veces cuando nos estamos preguntando, «¿qué hago ahora?» buscamos aferrarnos a algo tangible.

Ese día, recordé Santiago 3:17. Y supe que tenía que elegir: seguir en mi discurso de “pobre yo” o declarar el poder de la sabiduría de Dios. Escogí la última opción.

Empecé a hacer declaraciones bíblicas sobre mi situación, y en vez de preguntarle por qué a Dios, pasé a la pregunta «¿qué significa esto?». Proclamé Santiago 3:17 ante esta situación, y en unas pocas horas, tuve cierta claridad acerca de cuáles podrían ser nuestros próximos pasos.

Pero por encima de todo, mi alma estaba en paz. Esta es la promesa que nos ofrece Santiago 3:17 cuando elegimos buscar la sabiduría que desciende del cielo:

Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía.

En esta temporada, estoy aprendiendo a confiar en la sabiduría de Dios. Él es el Único que ve la imagen completa. Él sabe las cosas que yo no sé. Él comprende las cosas que los doctores no pueden comprender.

Sí, a veces me encuentro a mí misma tambaleando hacia un lugar donde el piso del baño me hace señas para regresar. Soy humana, y tú también. Nadie espera que atravieses momentos difíciles con perfección.

Pero elige permanecer en el proceso de seguir buscando la sabiduría de Dios, y de alguna manera, con el poder de Dios, sabrás qué hacer cuando no sabes qué hacer.

Dios, gracias porque cuando no sabemos qué hacer, siempre estás ahí para guiarnos hacia la paz. Danos discernimiento y sabiduría por las cosas que necesitamos hoy. En el Nombre de Jesús, Amén.

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Con su nuevo devocional, Renuevame, Priscilla Shirer te facilita la decisión de empezar cada día con tiempo a solas con Dios. A solas con Su Palabra. Ansiosa por escuchar Su voz. Preparada para responder humilde y obedientemente a Su dirección. Las reflexiones diarias que recibas en estas páginas te desafiarán y animarán a extraer los tesoros de las Escrituras y te fortalecerán para el día que tienes por delante.

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PROFUNDICEMOS

Salmo 55:22, Echa sobre el SEÑOR tu carga, y Él te sustentará; Él nunca permitirá que el justo sea sacudido. (NBLA)

Salmo 37:5, Encomienda al SEÑOR tu camino, Confía en Él, que Él actuará (NBLA)

¿Por qué crees que puede ser difícil buscar la sabiduría de Dios?

¿Cuál es un ejemplo de una temporada en la que buscaste y encontraste la sabiduría de Dios? Comparte tu experiencia en los comentarios, y ¡alienta a alguien más con tu historia!

© 2024 por Nicki Koziarz. Todos los derechos reservados.

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