«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad». Lucas 2:14 (NVI)
En la noche de Navidad de 2005, vi a mi padre sostener a mi hija, su primera nieta, por primera vez. Con solo una hora de nacida, ella le miró parpadeando sus ojos brillosos, y los ojos de él se llenaron de lágrimas. Sentí una explosión de emociones: una alegría trascendente, una gratitud de un corazón rebosante y acechando debajo… una sombra de temor. Mientras miraba a papá, no podía olvidar la noticia que había compartido hacía dos noches: «tengo cáncer».
Habíamos pasado años orando por nuestro bebé milagroso, y aquí, en la noche de Navidad, Dios nos había dado el mejor regalo de nuestras vidas. Nuestro gozo debería haber sido completo, pero una voz temerosa seguía susurrando: este gozo es frágil. ¿Y si papá no está aquí la próxima Navidad? No pude evitar preguntarle a Dios: «Esta noche de todas las noches, ¿por qué no podemos ser felices?».
Tal vez conozcas la sensación de una Navidad complicada. Por un día, anhelamos sentir paz y celebrar sin obstáculos, pero una silla en la cena navideña está vacía. El trabajo y las finanzas son abrumadores. Una relación se siente distante. Podemos cantar “Regocijad, Jesús nació”, pero el gozo en nuestro mundo es incompleto.
Hace dos mil años, la música celestial (los primeros villancicos) resonaban para celebrar el nacimiento de Jesús:
De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: «Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad» (Lucas 2:13-14, NVI).
El deleite del cielo resonó sobre los campos y los rebaños, invitando a todos a celebrar. Mientras tanto, un rey malvado conspiraba desde un trono torcido: cuando el rey Herodes se enteró de que había nacido un rey judío, se sintió amenazado y finalmente mató a todos los bebés varones en Belén (Mateo 2:13-18). La angustia desafía las palabras. Jesús nació en el desorden de un mundo enloquecido, un mundo que lo necesitaba desesperadamente para salvarlo.
¿Fue la primera Navidad un día perfecto, libre de pecado y tristeza? No. Pero, ¿seguía siendo un día de gozo asombroso? Sí.
Los ángeles interrumpieron una noche somnolienta para organizar una fiesta sorpresa con los pastores. Dios introdujo la felicidad en un establo humilde y en los brazos de una pareja joven. Los sorprendió con gozo, tal como lo hace con nosotras.
Ninguna Navidad es perfecta, pero si observamos de cerca, podemos captar el gozo de Dios abriéndose paso: en los niños pequeños abrazados de nuestras rodillas, en los bailes chistosos en la cocina mientras cocinamos la cena navideña, en las lágrimas sentimentales mientras volvemos a contar historias preciadas.
Cuando Jesús nació, el gozo se abrió paso. La luz del cielo sorprendió a nuestro mundo oscuro. Por unos momentos brillantes, los pastores vieron más allá del velo, más allá de la imperfección del aquí y ahora, vislumbrando la gloria del cielo y escuchando las canciones del cielo.
Gracias a ese día, podemos estar con los pastores y cantar con los ángeles. Podemos cantar ya sea que hoy se sienta como un milagro, un desastre o un embrollo de ambos. Podemos cantar porque la luz de Dios vence a las tinieblas y Su gozo se abre paso.
Padre, gracias por enviar a Jesús a nuestro mundo imperfecto. Ayúdanos a acoger Tu gozo incluso cuando la vida es complicada. En el Nombre de Jesús, Amén.
RECOMENDAMOS
Encuentra una selección exclusiva de nuestros libros favoritos llenos de verdades de Dios y disponibles en español al visitar nuestra librería de Proverbs 31 o Christianbook.com. ¡Feliz Navidad!
CONÉCTATE
¿Buscas más aliento? Proverbs 31 Ministries tiene recursos bíblicos gratuitos en español que traerán esperanza y te ayudarán a navegar el día a día.
PROFUNDICEMOS
Juan 1:1-5, En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio. Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir. En él estaba la vida y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en la oscuridad y la oscuridad no ha podido apagarla. (NVI)
Juan 15:10-12, Si guardan Mis mandamientos, permanecerán en Mi amor, así como Yo he guardado los mandamientos de Mi Padre y permanezco en Su amor. »Estas cosas les he hablado, para que Mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea perfecto. Este es Mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, así como Yo los he amado. (NBLA)
¿Qué te ayuda a encontrar gozo incluso cuando la vida es complicada o imperfecta? ¡Nos encantaría saber de ti! Comparte tus pensamientos en los comentarios.
© 2024 por Elizabeth Laing Thompson. Todos los derechos reservados.
NUESTRAS CREENCIAS
Si la vida se siente increíblemente difícil, haz clic aquí para acceder a nuestros recursos de consejería y asesoramiento.
Estamos agradecidas a nuestras voluntarias por su trabajo realizado en la traducción de este devocional al español. Conócelas aquí.