María tomó entonces como medio litro de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramó sobre los pies de Jesús, secándoselos luego con sus cabellos. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Juan 12:3 (NVI)
Nota de la editora: El devocional de hoy forma parte de nuestra serie de la Semana Santa. Acompáñanos mientras experimentamos el poder del amor de Jesús, recordamos Su sacrificio y caminamos en la victoria de Su Resurrección. Nuestra oración es que esta serie prepare tu corazón para el gozo que hallamos en la Pascua. ¡Inscríbete ahora!
Si eres como yo, puedes sentirte abrumada por tu lista de cosas por hacer:
Ir al supermercado a comprar huevos, leche y aguacates (ojalá el salmón esté en oferta para hacer aquella receta saludable).
Despertar temprano para una obligación de trabajo (ni quiero pensar en el sonido de la alarma).
Ponerme en contacto con miembros de la familia cuya salud está en deterioro.
Encontrarme con una amiga que llevo dos meses intentando ver.
A menudo me encuentro diciendo «necesito hacer esto», como si todo se fuera a desmoronar si no lo hago. La verdad es que, la mayoría de las veces, necesito examinar mi corazón, recordar quién es Jesús y realinear mis prioridades.
A veces dejo que mi agenda, el trabajo, mis posesiones, mis logros o mi estatus social tomen prioridad. Pero cuando mi enfoque se desplaza de Jesús a estas cosas, pierdo de vista la paz y el propósito verdadero.
Por ejemplo, recuerdo un momento en mi vida cuando me consumía el trabajo. Alcanzar cifras y cumplir metas se convirtió en mi único enfoque. Al principio, parecía productivo, incluso admirable. Pero gradualmente, sin darme cuenta, fui dejando que eso me definiera. Dejé de priorizar a Jesús y, en su lugar, comencé a adorar mi trabajo. Me volví menos cariñosa, menos tierna y definitivamente menos parecida a Jesús.
Con la adoración en mente, el Miércoles Santo nos invita a todos a recordar dos eventos claves de la Biblia:
Judas aceptó traicionar a Jesús por 30 piezas de plata (Mateo 26:14-16).
María de Betania ungió a Jesús con un perfume caro, mostrando su devoción hacia Él (Mateo 26:6-13).
El mismo día en que Judas decidió traicionar, María eligió adorar.
Juan 12:3 dice, “María tomó entonces como medio litro de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramó sobre los pies de Jesús, secándoselos luego con sus cabellos. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume”.
Nos enfrentamos a una elección similar a diario: ¿serán egoístas o santas nuestras prioridades? El propósito verdadero viene de dedicar tiempo a estar con Jesús humildemente. Cuando priorizamos cualquier otra cosa, al igual que Judas, perdemos de vista el propósito por el cual fuimos creadas.
El ejemplo de María nos muestra lo que significa vivir con un propósito santo. Ella adoró a Jesús, se sentó a Sus pies y le entregó humildemente Su posesión más valiosa.
Este Miércoles Santo, te invito a reflexionar en oración: ¿de qué maneras has priorizado las cosas equivocadas? ¿Estás viviendo como Judas, intercambiando la alegría eterna por ganancias temporales, o como María, encontrando paz y propósito en la adoración?
Nunca encontraremos paz y propósito duraderos hasta que estemos sentadas a los pies de nuestro Salvador. Cada día es una nueva oportunidad para dejar nuestros tesoros y ofrecernos a Él.
Querido Jesús, en esta Semana Santa, ayúdame a recordar el ejemplo de María. Confieso que a menudo he priorizado las cosas de este mundo por encima de Ti. Sé que me perderé una vida realmente abundante si olvido sentarme a Tus pies. Señor, te adoro humildemente como mi Salvador y mi Amigo. En el Nombre de Jesús, Amén.
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Mateo 26:14-15, Uno de los doce, el que se llamaba Judas Iscariote, fue a los jefes de los sacerdotes. —¿Cuánto me dan y yo les entrego a Jesús? —propuso. Decidieron pagarle treinta monedas de plata. (NVI)
¿Cuándo fue un momento en que priorizaste el estatus social, las finanzas o algo mundano por encima de Jesús? ¿Qué significa ser santa en lugar de egoísta? ¿Cómo puedes encontrar tiempo para adorar a Jesús incluso cuando tienes mucho por hacer?
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© 2025 por Grace Valentine. Todos los derechos reservados.
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