—Por la poca fe que tienen —respondió—. Les aseguro que si tuvieran fe tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Trasládate de aquí para allá” y se trasladaría. Para ustedes nada sería imposible. Mateo 17:20 (NVI)
Cantamos estas palabras en la iglesia el domingo pasado, y nunca han sido más ciertas: “No soy yo, sino Cristo en mí”.
Justo la noche anterior, le dije a mi esposo que sentía que mi fe estaba débil. Como alguien que ha sido cristiana durante mucho tiempo, me cuesta admitir esta verdad. Siento que, en tiempos de pruebas e incertidumbre, los años que llevo siguiendo a Jesús deberían fortalecer mi fe. En cambio, me encuentro cansada y me pregunto si mi fe es lo suficientemente fuerte como para sostenerme cuando la vida se vuelve difícil.
Pero sigo volviendo a Mateo 17:20, cuando Jesús dijo que todo lo que necesitamos es una fe del tamaño de una semilla de mostaza: “Les aseguro que si tuvieran fe tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Trasládate de aquí para allá” y se trasladaría. Para ustedes nada sería imposible”.
Si no lo sabías, ¡las semillas de mostaza son bastante pequeñas! Aun así, esas pequeñas semillas de mostaza abren camino en la tierra. Crecen y se hacen fuertes. No estoy segura cómo, pero lo hacen.
Tal vez tú también estás atravesando una temporada en la que tu fe se siente débil. Esto puede parecer vulnerable y aterrador porque nos damos cuenta que no estamos en control. Amiga, podemos descansar sabiendo que la fe del tamaño de una semilla de mostaza es suficiente. Dios no nos está pidiendo que seamos fuertes. De hecho, 2 Corintios 12:9 dice que Su poder se perfecciona cuando somos débiles.
Dios es el que toma nuestra pequeña semilla de fe en Él y la planta. Él es el que mueve las montañas y nos ayuda a atravesar y crecer en medio de lo que parece imposible. Esta es una noticia muy buena. Significa que no todo depende de nosotras.
Lo único que tenemos que hacer es seguir volviendo a Jesús. Necesitamos darle lo que tenemos de fe y confiar en que solo Él nos llevará al otro lado de lo que estamos enfrentando.
Es por eso, que estoy agradecida por el regalo que son las canciones de adoración que podemos cantar incluso cuando las palabras no se sienten verdaderas en el momento. Y estoy agradecida por los versículos de las Escrituras que nos comprometemos a memorizar. Porque hay algo en cantar alabanzas y recitar la Palabra de Dios que realmente marca la diferencia. Aun cuando no vemos a Dios o no sentimos que está obrando, podemos recordar las maneras en las que Él ha sido fiel con nosotras y aferrarnos a la Verdad de lo que dice la Biblia.
No es necesario reunir una gran cantidad de fe hoy: Dios puede obrar de maneras poderosas incluso con una fe pequeña.
Dios, gracias por el don de la fe en Jesús. Gracias porque aun cuando mi fe se siente débil, Tú haces lo imposible. Padre, oro por fortaleza en una temporada que se siente imposible. Ayúdame a conocerte y amarte más a través de ella. En el Nombre de Jesús, Amén.
Cuando nuestra fe se siente débil, a veces lo único que necesitamos es una amiga que nos ayude a llevar nuestras cargas y ponerlas a los pies de Jesús. Eso es lo que encontrarás en nuestro Muro de oración: un lugar donde puedes publicar peticiones de oración por ti y tus seres queridos para que otras en todo el mundo puedan unirse a ti para elevarlas al Señor. Comparte tus propias peticiones y ora por las demás aquí en el Muro de oración.
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Juan 15:5, »Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. (NVI)
2 Corintios 12:9, pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente presumiré más bien de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. (NVI)
¿Qué canciones de adoración te recuerdan lo que es verdad, incluso cuando no lo sientes?
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© 2025 por Meghan Ryan Asbury. Todos los derechos reservados.
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