Así que, primero busquen el reino de Dios y su justicia, y Dios les dará todo lo que necesitan. Mateo 6:33 (PDT)
Hace años, el Señor me llamó a reconstruir todo en mi vida desde cero. A medida que se acumulaban las facturas, me encontré desanimada por la lentitud de la provisión de Dios. Pensé que estaba por entrar en una tierra prometida como en Éxodo 3:8, “una tierra donde fluyen la leche y la miel” (NTV). Sin embargo, parecía más como un desierto.
Con cada paso preguntaba al Señor: Puedo contar contigo ¿verdad? ¿Dónde está la leche y la miel? Quería empezar a abrirme camino yo misma en lugar de confiar en Él.
Luego, el Señor me recordó tres veces en una semana que necesitaba confiar en Él como nunca antes. Necesitaba saber que no podía hacerlo sola. Bueno, pensé, ¡Estoy atenta!
Reflexioné sobre un pasaje que me ha guiado durante casi 25 años:
Así que no se preocupen ni digan: “¿Qué vamos a comer?” o “¿Qué vamos a beber?” o “¿Qué ropa vamos a usar?” La gente que no conoce a Dios trata de conseguir esas cosas, pero ustedes tienen a su Padre en el cielo que sabe que necesitan todo esto. Así que, primero busquen el reino de Dios y su justicia, y Dios les dará todo lo que necesitan (Mateo 6:31-33, PDT).
Aquí en el famoso Sermón del Monte de Jesús, Él nos invita a unirnos a Su misión de introducir el Reino de Dios, y eso requiere nuestra dependencia diaria de Él.
Un poco antes cuando enseñó a Sus discípulos a orar, Jesús también les dijo que pidieran el pan de cada día (Mateo 6:11), lo que les recordó el maná que Dios proveyó a Israel en el desierto. En Éxodo 16:4a, “El SEÑOR le dijo a Moisés: —Voy a hacer que les llueva comida del cielo. Cada día, el pueblo irá y recogerá sólo lo necesario para ese día” (PDT).
Siglos después, en Mateo 6:19-20, Jesús desafió a Sus oyentes a no acumular tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, sino a acumularlos en el cielo. Esto nos recuerda de nuevo la historia del Éxodo, cuando los israelitas, ansiosos y desobedientes, recolectaron más maná del que necesitaban, pero este se pudrió (Éxodo 16:20).
Finalmente, en Mateo 6:24b-25a, Jesús dejó caer otro hecho muy real que influye en nuestros tesoros, ansiedades y prioridades del Reino: “No se puede servir a Dios y estar esclavizado al dinero. »Por eso les digo que no se preocupen por la vida” (NTV).
Cuando pongo mis ojos en lo que mi dinero o mis esfuerzos pueden hacer por mí, no puedo buscar primero el Reino de Dios y Su justicia. Estoy demasiado ocupada construyendo mi reino, solo para decepcionarme.
Pero afortunadamente, Jesús me invita pacientemente a estar en misión con Él. Quiero vivir cada momento consciente de Su presencia, ajustando mis prioridades para introducir la sanidad, la redención y la justicia de Dios en un mundo que necesita tan desesperadamente la esperanza de Jesús.
¿Te unes a esta misión?
Padre, humildemente elegimos colaborar Contigo para reconciliar a toda la humanidad Contigo. Confiamos en que, al buscar primero Tu Reino y Tu justicia, nos proveerás de todo lo que necesitamos. En el Nombre de Jesús, Amén.
Dios no está distante en medio de lo que estamos enfrentando. Decimos tales cosas, pero ¿realmente lo creemos? Da miedo cuando los hechos frente a nosotras parecen apuntar a resultados que realmente creímos que Dios prevendría. Entonces, ¿qué deberíamos hacer cuando nos amenaza la preocupación?
Recordamos quién es Dios. Nos mantenemos conectadas con la Verdad de Su Palabra. En medio de las dudas, hay algunas formas prácticas de recordar quién es Dios, y puedes encontrar algunos en De la preocupación a la alabanza, un devocional de siete días. ¡Lee gratuitamente hoy!
Si el devocional de hoy te ha bendecido, te invitamos a apoyar a nuestro ministerio y ayudar a proveer más recursos traducidos para que mujeres como tú a través del mundo puedan experimentar la Verdad de Dios. ¡Aprende más aquí!
Mateo 6:19-20, No acumulen para ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corrompen, y donde los ladrones se meten y roban. Más bien, acumulen para ustedes tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido corrompen, y donde los ladrones no se meten ni roban. (RVA-2015)
¿Qué te enseña Mateo 6 acerca de Dios y de ti misma? ¿Cómo te inspira o te convence este pasaje de que debes cambiar tu forma de pensar, hacer o creer? ¡Comparte con nosotras en los comentarios!
© 2025 por Shala Wilson. Todos los derechos reservados.
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