Aproximadamente un mes después de que mi esposo y yo nos mudamos a nuestra primera casa, compramos una mesa de billar. Mi esposo era un apasionado del juego y además era bastante convincente. No veía la hora de disfrutar de su pasatiempo favorito en su propia casa.

Una vez que nuestros hijos eran lo suficientemente grandes para ver la parte superior de la mesa de billar, mi esposo no perdió el tiempo en enseñarles el juego. Cuando nuestros pequeños estaban en la escuela primaria, ya eran profesionales de este juego y mi esposo era un papá orgulloso.

Si mi esposo, un padre terrenal, anhelaba dedicarse a su pasatiempo favorito con sus hijos, ¿cuánto más nuestro Padre celestial sonrie entusiasmo cuando nos interesamos en lo que a Él le interesa, Su Palabra?

En el libro bíblico de Esdras, nos encontramos con el propio Esdras en el capítulo 7. Se le describe como “un escriba muy instruido en la ley de Moisés, la cual el SEÑOR Dios de Israel, había dado al pueblo de Israel” (Esdras 7:6a, NTV).

Esdras subió a Jerusalén desde Babilonia después de que el templo de Dios fue reconstruido. Estaba decidido a estudiar, obedecer y enseñar la ley del Señor. Dios honró la pasión de Esdras por Su Palabra al colocar Su mano sobre él y darle favor (¡mencionado tres veces en Esdras 7!).

…porque la mano bondadosa de Dios estaba con él. Esdras se había dedicado por completo a estudiar la Ley del SEÑOR, a ponerla en práctica y a enseñar sus estatutos y ordenanzas a los israelitas (Esdras 7:9b-10).

La Palabra de Dios es el corazón mismo de Dios. Juan 1:1 dice: “En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios” (NTV). ¡Pasar tiempo en la Palabra de Dios es pasar tiempo con Dios! ¿Qué otro libro podemos leer con un Autor perfecto y santo sentado a nuestro lado, listo y dispuesto a hablarnos y profundizar nuestra comprensión de lo que estamos leyendo?

Cuanto más tiempo pasamos leyendo nuestra Biblia, más crecemos en nuestra intimidad con Dios. ¡Es inevitable!

Esos pequeños profesionales del billar ahora son hombres jóvenes. Aunque los torneos de billar entre padre e hijos a altas horas de la noche siguen siendo muy divertidos, lo que más nos emociona a mi esposo y a mí es ver a nuestros hijos amar a Dios y estudiar Su Palabra.

Realmente “No tengo mayor gozo que este: oír que mis hijos andan en la verdad” (3 Juan 1:4, NBLA).

Como Esdras, que seamos escribas preparados, deseosos de leer, estudiar y obedecer la Palabra de Dios. ¡Nuestro Padre celestial anhela compartir Su corazón con Sus hijos!

Querido Jesús, gracias por escuchar nuestras oraciones. Por favor danos un hambre genuina de leer y estudiar Tu Palabra. Que eche raíces y transforme nuestras vidas. En el Nombre de Jesús, Amén.

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En el caos de nuestro diario vivir, puede ser difícil vivir y aplicar las verdades de las Escrituras. Queremos más de Jesús, pero nos encontramos buscando en nuestras propias vidas y nuestros propios logros nuestro valor e identidad… y terminamos agotadas, desanimadas y anhelando más. Pero cuando tomamos del pozo refrescante de la Palabra de Dios, experimentamos plenitud y paz. En La mujer cultivada en Su Palabra por Gretchen Saffles, descubrimos cómo acercarnos al Pozo de la plenitud, a la Palabra de la libertad y al Camino de la fructificación. 

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PROFUNDICEMOS

Deuteronomio 32:47a, Estas leyes no son sólo palabras, son tu vida… (NBV)

Hebreos 4:12, Sin duda, la palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. (NVI)

¿Deseas crecer más profundamente en la Palabra de Dios? Haz un plan sobre cómo puedes lograr esto en la práctica. Considera unirte a un plan de lectura de la Biblia, o simplemente comienza con el libro de Mateo, leyendo un capítulo cada día.

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