El peligro de la deriva
Sharon Jaynes
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
¿Cómo podría yo cometer semejante maldad? Sería un gran pecado contra Dios. Génesis 39:9c-d (NTV)
… el SEÑOR estará con ustedes mientras ustedes estén con Él. Y si lo buscan, se dejará encontrar por ustedes; pero si lo abandonan, Él los abandonará. Por muchos días Israel estuvo sin el Dios verdadero y sin sacerdote que enseñara, y sin ley. Pero en su angustia se volvieron al SEÑOR, Dios de Israel, y lo buscaron, y Él se dejó encontrar por ellos. 2 Crónicas 15:2-4 (NBLA)
Tan pronto como Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre. Entonces Elisabet, llena del Espíritu Santo, exclamó:—¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el hijo que darás a luz! Lucas 1:41-42 (NVI)
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad. Salmo 46:1 (NTV)
La Escritura entera es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos, para reprendernos, para corregirnos y para indicarnos cómo llevar una vida justa. 2 Timoteo 3:16 (NBV)
No nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos. Gálatas 6:9 (NBLA)
»Ustedes son la sal de la tierra. Pero, si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee. Mateo 5:13 (NVI)
Todos ustedes, en cambio, han recibido unción del Santo, de manera que conocen la verdad. 1 Juan 2:20 (NVI)
Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos. Hebreos 13:8 (NBLA)
No se mientan unos a otros, ahora que ya murieron a aquella antigua vida llena de vicios. Colosenses 3:9 (NBV)
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
—Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. Así que el hombre se fue y proclamó por todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él. Lucas 8:39 (NVI)
pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo—dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador—sí, el Mesías, el Señor—ha nacido hoy en Belén, la ciudad de...
Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene. Salmo 63:8 (NVI)