El peligro de la deriva
Sharon Jaynes
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
Entonces el SEÑOR se le acercó y lo llamó de nuevo: — ¡Samuel! ¡Samuel! — Habla, que tu siervo escucha — respondió Samuel. 1 Samuel 3:10 (NVI)
El SEÑOR reconstruye a Jerusalén y trae a los desterrados de vuelta a Israel. Él sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas. Salmo 147:2-3 (NTV)
Busqué al SEÑOR, y él me respondió; me libró de todos mis temores. Salmo 34:4 (NVI)
»Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Juan 15:9 (NVI)
Vuélvete a mí y ten misericordia de mí, porque estoy solo y profundamente angustiado. Salmos 25:16 (NTV)
Permanezcan en mí, y yo en ustedes. Como la rama no puede llevar fruto por sí sola si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto. Pero separados de mí nada pueden hacer. Juan 15:4-5 (RVA-2015)
Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: — Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos. Lucas 11:1 (NVI)
Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. Hebreos 11:1 (NVI)
Engañosa es la gracia y vana la hermosura, pero la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. Proverbios 31:30 (RVR1995)
“Porque el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.” Mateo 23:12 (NVI)
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
—Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. Así que el hombre se fue y proclamó por todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él. Lucas 8:39 (NVI)
pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo—dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador—sí, el Mesías, el Señor—ha nacido hoy en Belén, la ciudad de...
Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene. Salmo 63:8 (NVI)