El peligro de la deriva
Sharon Jaynes
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
Noé era un hombre justo y honrado entre su gente. Siempre anduvo fielmente con Dios. Génesis 6:9 (NVI)
Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría. Salmo 94:19 (NVI)
Pero teniendo diferentes dones, según la gracia que nos ha sido dada, usémoslos… Romanos 12:6 (NBLA)
Y, después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables. 1 Pedro 5:10 (NVI)
Sé que el SEÑOR siempre está conmigo. No seré sacudido, porque él está aquí a mi lado. Salmos 16:8 (NTV)
¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados. Isaías 43:19 (NVI)
Cuando Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios. Ella fue y avisó a los que habían estado con Él, que estaban lamentándose y llorando. Marcos 16: 9-10 (NVI)
Entonces Dios abrió los ojos de Agar, y ella vio un pozo lleno de agua. Enseguida llenó su recipiente con agua y dio de beber al niño. Génesis 21:19 (NTV)
Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio; no valoraron tanto su vida como para evitar la muerte. Apocalipsis 12:11 (NVI)
Porque él nunca olvida a los humildes cuando están sufriendo. No se avergüenza de ellos. Él no se esconde de ellos cuando le buscan y siempre responde a su llamado. Salmo 22:24 (PDT)
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
—Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. Así que el hombre se fue y proclamó por todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él. Lucas 8:39 (NVI)
pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo—dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador—sí, el Mesías, el Señor—ha nacido hoy en Belén, la ciudad de...
Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene. Salmo 63:8 (NVI)