Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben a su Padre que está en los cielos. Mateo 5:16 (NVI)

Era mi cumpleaños y me sentía decepcionada por algunas de mis amigas. Estaba frustrada porque cuando ellas cumplieron años, yo traté de celebrar cada una de ellas bien. Pero para mi cena de cumpleaños, muchas de mis amigas se rajaron y las pocas que asistieron no parecían querer estar ahí. Mientras comía mi queso fundido, me sentí insegura… como si no fuera digna de ser amada.

A veces las amistades nos hacen sentir solas. Y no necesitamos mensajes de texto que digan, «Lo siento, no puedo ir» para sentirnos así. A menudo nos sentimos solas cuando abrimos las redes sociales y vemos a nuestras amigas pasando el tiempo con personas menos nosotras, o cuando parece que siempre somos nosotras las que llamamos y nunca recibimos la llamada de vuelta.

En muchas de mis amistades, yo asumía lo peor, guardaba rencores y dejaba que la inseguridad dominara mi perspectiva. Algunas de esas amigas estaban pasando por momentos difíciles y necesitaban mi gracia, no mis suposiciones. Y en otras amistades necesitaba amar pero también establecer límites saludables para la confianza.

La amistad puede ser complicada. Es importante recordar nuestro llamado en Cristo y estas cuatro verdades cuando sentimos que nuestras amigas nos han decepcionado:

1. Dar gracia irrazonable a todos. No es patético ser amable. Seamos amigas dispuestas a celebrar y amar a los demás sin calcular lo que nos deben a cambio, porque así es como Cristo nos ama (1 Juan 4:10-11). No te sientas patética por preocuparte; en cambio, celebra el amor de Cristo en ti.

2. Las amistades sanas se basan en el amor, no en un marcador. Las Escrituras dicen que el amor “no guarda rencor” (1 Corintios 13:5, NVI). Si Cristo ha hecho borrón y cuenta nueva, ¿cómo podemos actuar de manera diferente con nuestras amigas? La falta de perdón no solo destruye las amistades, sino que también destruye nuestros corazones.

3. La confianza proviene de la sabiduría y el discernimiento. Si oras diariamente por tus amistades, Dios te revelará en quién puedes confiar (Santiago 1:5). Sí, sé compasiva con todos a causa de la cruz, pero confía solo en aquellos que el Espíritu Santo te confirma en que puedes confiar. No eres mala por poner límites o alejarte de personas que consideras que no son buenas para ti.

4. Deja que tu luz brille. Tus buenas obras y tu bondad muestran la luz de Dios. Cuando tus amigas vean esto, experimentarán el amor de Dios y lo alabarán. “Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben a su Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16).

Sé lo dura que es la soledad. Pero te pido que tú y yo podamos llegar a ser amigas que ayuden a otros en tiempos difíciles (Eclesiastés 4:10), que se contenten con ser amables y que recuerden que somos hijas de Dios, dejando que Su luz brille. Que seamos amigas que amen radicalmente y confíen sabiamente.

Querido Dios, ayúdame a dar gracia extravagante a mis amigas. Deja que mi luz brille para que otros puedan ver Tu bondad en mí. En mis días de soledad, recuérdame que me estás guiando a una buena comunidad en la que puedo amar y confiar. En el Nombre de Jesús, Amén.

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PROFUNDICEMOS

Eclesiastés 4:9-12, Mejor son dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante! Si dos se acuestan juntos, entrarán en calor; uno solo ¿cómo va a calentarse? Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente! (NVI)

¿Cómo has levantado a una amiga que se ha caído? ¿Cómo te ha alentado una amiga durante una temporada difícil?

¿Qué significa dar gracia irrazonable en la amistad? ¡Comparte con nosotras en los comentarios!

© 2024 por Grace Valentine. Todos los derechos reservados.

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