El peligro de la deriva
Sharon Jaynes
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
tiempo para llorar y tiempo para reír; tiempo para estar de luto y tiempo para bailar … Eclesiastés 3:4 (NVI)
Pues el SEÑOR tu Dios vive en medio de ti. Él es un poderoso salvador. Se deleitará en ti con alegría. Con su amor calmará todos tus temores. Se gozará por ti con cantos de alegría». Sofonías 3:17 (NTV)
Así dice el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña para tu beneficio, Que te conduce por el camino en que debes andar. Isaías 48:17 (NBLA)
Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben a su Padre que está en los cielos. Mateo 5:16 (NVI)
… «No temas, porque Yo te he redimido, Te he llamado por tu nombre; Mío eres tú. Isaías 43:1b (NBLA)
Como a las tres de la tarde, Jesús gritó con fuerza: ─Elí, Elí, ¿lema sabactani?─ que significa “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. Mateo 27:46 (NVI)
Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. Juan 13:34 (NVI)
Esto traigo a mi corazón, Por esto tengo esperanza … Lamentaciones 3:21 (NBLA)
»Bendito el hombre que confía en el SEÑOR y pone su confianza en él. Jeremías 17:7 (NVI)
¿Acaso hay algo imposible para el SEÑOR? Dentro de un año volveré a visitarte en esta fecha y para entonces Sara habrá tenido un hijo. Génesis 18:14 (NVI)
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
—Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. Así que el hombre se fue y proclamó por todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él. Lucas 8:39 (NVI)
pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo—dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador—sí, el Mesías, el Señor—ha nacido hoy en Belén, la ciudad de...
Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene. Salmo 63:8 (NVI)