Paz en la batalla del querer
Dr. Joel Muddamalle
La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que era atractivo a la vista y era deseable para adquirir sabiduría; así que tomó de su fruto y comió. Luego dio a su esposo, que estaba...
—Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho. Lucas 1:38a,b (NVI)
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!. Efesios 2:4-5 (NVI)
—No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. Lucas 1:30 (NVI)
Tengo la plena seguridad y la esperanza que jamás seré avergonzado, sino que seguiré actuando con valor por Cristo, como lo he hecho en el pasado. Y confío en que mi vida dará honor a Cristo, sea que yo viva o muera. Filipenses 1:20 (NTV)
«Mi presencia irá contigo, y Yo te daré descanso», le contestó el SEÑOR. Éxodo 33:14 (NBLA)
El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el SEÑOR. Proverbios 16:9 (NVI)
Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro. Efesios 4:16 (NVI)
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7 (NVI)
Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. Romanos 12:15 (NVI)
Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Efesios 6:10 (NVI)
La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que era atractivo a la vista y era deseable para adquirir sabiduría; así que tomó de su fruto y comió. Luego dio a su esposo, que estaba...
Atrapen a las zorras, a esas zorras pequeñas que arruinan nuestros viñedos, nuestros viñedos en flor. Cantares 2:15 (NVI)
Entonces María dijo: «Aquí tienes a la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra». Y el ángel se fue de su presencia. Lucas 1:38 (NBLA)
De pronto, se unió a ese ángel una inmensa multitud—los ejércitos celestiales—que alababan a Dios… Lucas 2:13 (NTV)