El peligro de la deriva
Sharon Jaynes
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios. Romanos 8:26-27 (NVI)
El SEÑOR te guiará continuamente, Saciará tu deseo en los lugares áridos Y dará vigor a tus huesos. Serás como huerto regado… Isaías 58:11 (NBLA)
¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece. Santiago 4:14 (NVI)
Que su conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepan cómo deben responder a cada persona. Colosenses 4:6 (NBLA)
Pues, si escuchas la palabra pero no la obedeces, sería como ver tu cara en un espejo; te ves a ti mismo, luego te alejas y te olvidas cómo eres. Santiago 1:23-24 (NTV)
La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Filipenses 2:5-7 (NVI)
El SEÑOR es mi pastor … Tu vara y Tu cayado me infunden aliento. Salmo 23:1a, 4b (NBLA)
Sobre todo, sean fervientes en su amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud de pecados. 1 Pedro 4:8 (NBLA)
Se produjo un desacuerdo tan grande que se separaron el uno del otro. Hechos 15:39a (NBLA)
Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor. Proverbios 31:26 (NVI)
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
—Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. Así que el hombre se fue y proclamó por todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él. Lucas 8:39 (NVI)
pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo—dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador—sí, el Mesías, el Señor—ha nacido hoy en Belén, la ciudad de...
Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene. Salmo 63:8 (NVI)