Tu «sí» podría cambiar todo
Lysa TerKeurst
—Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. Así que el hombre se fue y proclamó por todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él. Lucas 8:39 (NVI)
El que refrena su lengua protege su vida, pero el ligero de labios provoca su ruina. Proverbios 13:3 (NVI)
Pasado el terremoto hubo un incendio, pero el Señor no estaba en el incendio. Y después del incendio hubo un suave susurro. 1 Reyes 19:12 (NTV)
Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo. 1 Tesalonicenses 5:11 (NVI)
No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Romanos 12:2a (NTV)
Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo. Gálatas 6:2 (NVI)
Noticias para ti: Estamos en la fase de investigación y desarrollo de contenido para una nueva iniciativa de P31. Puede que tenga un tono diferente al de Aliento para el día de hoy. ¡Si conoces a alguien que esté lista para tomar el siguiente paso en su fe y que pudiera disfrutar este devocional, por favor compártelo con ella! ¡Gracias por leer y esperamos que lo disfrutes!
Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. Hebreos 10:36 (NVI)
«Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Mateo 11:28 (NVI)
Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará. Proverbios 22:6 (NVI)
«¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados.» Isaías 43:19 (NVI)
—Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. Así que el hombre se fue y proclamó por todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él. Lucas 8:39 (NVI)
pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo—dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador—sí, el Mesías, el Señor—ha nacido hoy en Belén, la ciudad de...
Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene. Salmo 63:8 (NVI)
Por lo tanto, era necesario que en todo sentido él se hiciera semejante a nosotros, sus hermanos, para que fuera nuestro Sumo Sacerdote fiel y misericordioso, delante de Dios. Entonces podría...