Importa más de lo que jamás sabrás
Meredith Brock
Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben a su Padre que está en los cielos. Mateo 5:16 (NVI)
El Señor mismo peleará por ustedes. Solo quédense tranquilos. Éxodo 14:14 (NTV)
»Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Juan 15:9 (NVI)
Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza. Proverbios 31:30 (NVI)
Y me ha dicho: “Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo. 2 Corintios 12:9 (RVA-2015)
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios. 1 Juan 3:1a (RVR-1995)
Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida. Proverbios 4:23 (NTV)
Desde los extremos de la tierra, clamo a ti por ayuda cuando mi corazón está abrumado. Guíame a la imponente roca de seguridad. Salmo 61:2 (NTV)
Hermanos míos, tengan por sumo gozo cuando se encuentren en diversas pruebas. Santiago 1:2 (RVA-2015)
Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. 1 Pedro 5:6 (NVI)
Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.… Salmo 46:10a (NVI)
Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben a su Padre que está en los cielos. Mateo 5:16 (NVI)
Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en su conducta, no calumniadoras ni esclavas de mucho vino. Que enseñen lo bueno, para que puedan instruir a las jóvenes a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, a que sean prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. Tito 2:3-5 (NBLA)
Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios lo cambió en bien para que sucediera como vemos hoy, y se preservara la vida de mucha gente. Génesis 50:20 (NBLA)
…toda carne es como la hierba, y todo su esplendor es como la flor del campo. … Se seca la hierba, se marchita la flor, Pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre. Isaías 40:6-8 (NBLA)