El peligro de la deriva
Sharon Jaynes
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
Entonces él se apresuró a descender y lo recibió con gozo. Lucas 19:6 (NBLA)
Cuando Moisés descendió del monte Sinaí, traía en sus manos las dos tablas del pacto. Pero no sabía que, por haberle hablado el SEÑOR, de su rostro salía un haz de luz. Éxodo 34:29 (NVI)
... «Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; pero una sola cosa es necesaria, Lucas 10:41-42a (NBLA)
Por lo tanto, no se preocupen por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas. Mateo 6:34 (NVI)
Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada. Lucas 2:7 (NVI)
Como el SEÑOR le había hablado, Agar le puso por nombre «El Dios que me ve», pues se decía: «Ahora he visto al que me ve». Génesis 16:13 (NVI)
Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!”. Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron». Marcos 1:17-18 (NTV)
Oh, pueblo, confía en él siempre, derrama ante él tu corazón, pues Dios es nuestro refugio. Salmo 62:8 (NVI)
Una vez que quedaron satisfechos, Jesús les dijo a sus discípulos: «Ahora junten lo que sobró, para que no se desperdicie nada». Juan 6:12 (NTV)
»Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador. Juan 15:1 (NVI)
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
—Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. Así que el hombre se fue y proclamó por todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él. Lucas 8:39 (NVI)
pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo—dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador—sí, el Mesías, el Señor—ha nacido hoy en Belén, la ciudad de...
Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene. Salmo 63:8 (NVI)