Paz en la batalla del querer
Dr. Joel Muddamalle
La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que era atractivo a la vista y era deseable para adquirir sabiduría; así que tomó de su fruto y comió. Luego dio a su esposo, que estaba...
Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. Filipenses 3:13b-14 (NVI)
Dijo entonces Tomás: —Señor, no sabemos a dónde vas, así que ¿cómo podemos conocer el camino? Juan 14:5 (NVI)
«Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios—, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso». Apocalipsis 1:8 (NVI)
El SEÑOR es mi pastor, nada me falta; Salmo 23:1 (NVI)
»Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso. Mateo 11:28 (NVI)
su madre fornicó … porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida. Oseas 2:5 (JBS)
—Habla, que tu siervo escucha —respondió Samuel. 1 Samuel 3:10b (NVI)
¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto y ríos en lugares desolados. Isaías 43:19 (NVI)
Pero yo, oh SEÑOR, en Ti confío; Digo: «Tú eres mi Dios». En Tu mano están mis años; Líbrame de la mano de mis enemigos, y de los que me persiguen. Salmo 31:14-15 (NBLA)
Amo al SEÑOR, porque oye Mi voz y mis súplicas. Porque a mí ha inclinado Su oído; Por tanto le invocaré mientras yo viva. Salmo 116:1-2 (NBLA)
La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que era atractivo a la vista y era deseable para adquirir sabiduría; así que tomó de su fruto y comió. Luego dio a su esposo, que estaba...
Atrapen a las zorras, a esas zorras pequeñas que arruinan nuestros viñedos, nuestros viñedos en flor. Cantares 2:15 (NVI)
Entonces María dijo: «Aquí tienes a la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra». Y el ángel se fue de su presencia. Lucas 1:38 (NBLA)
De pronto, se unió a ese ángel una inmensa multitud—los ejércitos celestiales—que alababan a Dios… Lucas 2:13 (NTV)