El peligro de la deriva
Sharon Jaynes
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
Comerán del fruto de su conducta, Y de sus propias artimañas se hartarán. Proverbios 1:31 (NBLA)
Oh Dios, tú eres mi Dios; de todo corazón te busco. Mi alma tiene sed de ti; todo mi cuerpo te anhela en esta tierra reseca y agotada donde no hay agua. Salmo 63:1 (NTV)
Enséñame, oh SEÑOR, tu camino, y yo caminaré en tu verdad. Concentra mi corazón para que tema tu nombre. Salmo 86:11 (RVA-2015)
Cuando Daniel supo que había sido firmado el documento, entró en su casa (en su aposento superior tenía ventanas abiertas en dirección a Jerusalén), y como solía hacerlo antes, continuó arrodillándose tres veces al día, orando y dando gracias delante de su Dios. Daniel 6:10 (NBLA)
Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos». Mateo 28:20b (NTV)
La piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular. Salmo 118:22 (NVI)
Me acordaré de las obras del SEÑOR; Ciertamente me acordaré de Tus maravillas antiguas. Meditaré en toda Tu obra, Y reflexionaré en Tus hechos. Salmo 77:11-12 (NBLA)
Pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». 2 Corintios 12:9a (NVI)
Esto es lo que pido en oración: que el amor de ustedes abunde cada vez más en conocimiento y en buen juicio. Filipenses 1:9 (NVI)
Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice? Números 23:19 (NVI)
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
—Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. Así que el hombre se fue y proclamó por todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él. Lucas 8:39 (NVI)
pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo—dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador—sí, el Mesías, el Señor—ha nacido hoy en Belén, la ciudad de...
Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene. Salmo 63:8 (NVI)