El peligro de la deriva
Sharon Jaynes
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
No se complace en la fuerza del caballo ni en el poder del ser humano. No, el SEÑOR se deleita en los que le temen, en los que ponen su esperanza en su amor inagotable. Salmos 147:10-11 (NTV)
Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón. Lucas 2:19 (NBLA)
Les dijo: «Mi alma está destrozada de tanta tristeza, hasta el punto de la muerte. Quédense aquí y velen conmigo». Marcos 14:34 (NTV)
Voy hacia el oriente, pero él no está allí; voy hacia el occidente, pero no puedo encontrarlo. No lo veo en el norte, porque está escondido; miro al sur, pero él está oculto. »Sin embargo, él sabe a dónde yo voy; Job 23:8-10a (NTV)
¡No hay otro dios que pueda rescatar de esta manera!». Daniel 3:29b (NTV)
Entonces trajeron algunos niños a Jesús para que pusiera las manos sobre ellos y orara; Mateo 19:13a (NBLA)
Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes. 1 Pedro 5:7 (NVI)
Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Salmo 23:4a (NTV)
Como quería satisfacer a la multitud, Pilato les soltó a Barrabás; a Jesús lo mandó azotar, y lo entregó para que lo crucificaran. Marcos 15:15 (NVI)
Oren sin cesar. 1 Tesalonicenses 5:17 (RVC)
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Hebreos 2:1 (NBLA)
—Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. Así que el hombre se fue y proclamó por todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él. Lucas 8:39 (NVI)
pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo—dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador—sí, el Mesías, el Señor—ha nacido hoy en Belén, la ciudad de...
Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene. Salmo 63:8 (NVI)